Por invitación de BoCA, Kiluanji Kia Henda está creando un proyecto que adopta dos formatos distintos: primero, un espectáculo teatral, presentado en colaboración con el Teatro Nacional D. Maria II, después, una instalación a gran escala que incluye activaciones performativas ocasionales, presentada en colaboración con MAAT.

En el desierto angolano, otrora el fondo de un mar, viajeros que regresan a sus tierras pueden ser objeto de “pemba/mbindi”, hechizo para mantenerlos en la comunidad, sin que estos logren volver a partir. “Coral de los cuerpos sin norte” piensa la migración como un proceso de la pemba. El irse como un volver. El viaje como un quedarse en el sitio. Una maldición que nos acompaña a cada paso y nos lleva de regreso al punto de partida. Un camino de círculos concéntricos sin inicio ni fin.

La condición de diáspora, forzada o escogida, forma parte de la condición humana. No obstante, en ese movimiento, en vez de paraísos, nos hemos deparado con infiernos militarizados. Según el artista, Europa desde el llamado iluminismo ha querido proyectar una imagen de razón, paz y moralidad, siendo la fuerza supremacista que colonizó el continente africano, un continente que, incluso después de la independencia, no logró alcanzar un lugar de paz para poder albergar a los suyos. El Mar Mediterráneo se ha convertido, así, en un cementerio de cuerpos sin rumbo. Un cementerio de vidas segadas en el intento desesperado de cruzar.